El poderoso huracán Melissa está a horas de golpear Jamaica
El poderoso huracán Melissa se encuentra este martes a solo horas de tocar tierra en Jamaica, donde dejará lluvias torrenciales y vientos devastadores que, según advirtieron las autoridades, podrían arrasar la infraestructura de la pequeña nación caribeña.
Melissa avanza lentamente hacia la isla con vientos máximos sostenidos de 290 km/h, según el último boletín del centro estadounidense de huracanes (NHC).
Este huracán de categoría 5, la máxima en la escala de Saffir-Simpson, va camino de ser el más poderoso en alcanzar jamás Jamaica.
Existe el temor de que Melissa provoque una devastación comparable a la de huracanes históricos, como María en 2017 o Katrina en 2005, que dejaron huellas imborrables en Puerto Rico y en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans.
Siete muertes —tres en Jamaica, tres en Haití y una en República Dominicana— ya se han atribuido al deterioro de las condiciones meteorológicas.
El primer ministro jamaicano, Andrew Holness,quiso ser honesto con la población sobre las consecuencias del huracán en las zonas más golpeadas. "No creo que haya infraestructura en esta región que pueda resistir un huracán de categoría 5", declaró el lunes.
"Para Jamaica será la tormenta del siglo hasta ahora", afirmó Anne-Claire Fontan, de la Organización Meteorológica Mundial.
El NHC situó Melissa a unos 80 kilómetros al sursureste de Negril, una ciudad del oeste de la isla, en su último informe.
Según el centro estadounidense, es probable que el huracán provoque inundaciones potencialmente mortales y numerosos deslizamientos de tierra, debido a marejadas ciclónicas y lluvias torrenciales.
Las autoridades se mostraron preocupadas porque muchos habitantes se negaban a acatar las órdenes de evacuación.
El ministro de gobierno local, Desmond McKenzie, informó el lunes por la noche que muchos de los cerca de 880 refugios de la isla seguían vacíos.
"Quiero instar a las personas… a que se trasladen a zonas altas lo antes posible", dijo.
Roy Brown, plomero y alicatador, contó a la AFP que había tenido malas experiencias en refugios gubernamentales durante huracanes anteriores y que "no se iba a mover".
"No creo que pueda huir de la muerte", afirmó.
- A cámara lenta -
Se prevé que Melissa alcance el extremo oriental de Cuba el martes por la noche, después de azotar Jamaica.
El Consejo de Defensa Nacional declaró la "fase de alarma" en las seis provincias del este (Santiago de Cuba, Guantánamo, Holguín, Camagüey, Granma y Las Tunas).
Las autoridades empezaron a evacuar a unas 650.000 personas en estas provincias, donde la población hace acopio de víveres y trata de asegurar con cuerdas los techos de sus hogares. Las clases y actividades laborales no esenciales fueron suspendidas.
En Jamaica, la Cruz Roja, que ha distribuido agua potable y kits de higiene ante posibles interrupciones en los servicios, señaló que la "lentitud" de Melissa aumentaba la ansiedad.
El huracán avanza a paso humano, lo que significa que hace temer una catástrofe en la isla tropical conocida por el turismo, el velocista Usain Bolt y el reggae.
"Uno esperaría que tal vez pase en cuatro horas, pero Melissa no parece ser así", dijo a la AFP una portavoz de la Cruz Roja, Esther Pinnock.
Se pronosticaba hasta un metro de lluvia, con inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra también previstos en Haití, República Dominicana y Cuba.
Los científicos afirman que el cambio climático causado por el ser humano ha intensificado las grandes tormentas, aumentando su frecuencia.
- Calentamiento global -
El meteorólogo Kerry Emanuel explicó que el calentamiento global está provocando que más tormentas se intensifiquen rápidamente, como ocurrió con Melissa, lo que eleva el riesgo de lluvias extremas.
"El agua mata a mucha más gente que el viento", dijo a la AFP.
El último gran huracán que afectó a Jamaica fue Beryl, en julio de 2024, una tormenta anormalmente fuerte para esa época del año.
"El cambio climático provocado por el ser humano está empeorando todos los aspectos más graves del huracán Melissa", señaló el científico climático Daniel Gilford.
L.Legrand--JdCdC