Australia guarda silencio por las víctimas del atentado antisemita en Sídney
Los australianos encendieron velas y guardaron un minuto de silencio este domingo para honrar a las 15 víctimas del atentado en Bondi Beach, una semana después de que dos hombres dispararan contra una multitud durante la festividad judía de Janucá en Sídney.
Un padre y su hijo, Sajid y Naveed Akram, están acusados de abrir fuego el pasado domingo en Bondi Beach, un lugar turístico emblemático del estilo de vida australiano, repleto de familias en un día soleado.
Sajid Akram, de 50 años, fue abatido por la policía durante el ataque del 14 de diciembre. Naveed, de 24 años, que sobrevivió y permanece en el hospital bajo custodia policial, se enfrenta a cargos que incluyen terrorismo y 15 asesinatos.
Las autoridades afirmaron que el ataque, uno de los más mortíferos de la historia de Australia, estuvo probablemente "motivado por la ideología" del grupo yihadista Estado Islámico.
Exactamente una semana después de los primeros reportes de disparos a las 18H47 (07H47 GMT), los australianos guardaron un minuto de silencio en un día nacional de reflexión con el lema "la luz sobre la oscuridad".
Las banderas ondearon a media asta y las autoridades pidieron a la población encender una vela en sus ventanas para honrar a las víctimas y apoyar a la comunidad judía.
"Estamos aquí juntos", dijo Roslyn Fishall, miembro de la comunidad judía de Sídney. "Acérquense a los desconocidos y abrácenlos. Hagamos la paz juntos", declaró a la AFP desde un memorial improvisado en la playa de Bondi.
- "Traer de vuelta la luz" -
"Sesenta segundos arrancados al ruido de la vida cotidiana, dedicados a los quince australianos que deberían estar hoy con nosotros", indicó el primer ministro, Anthony Albanese, en vísperas del homenaje.
"Será un momento de pausa para reflexionar y afirmar que el odio y la violencia nunca nos definirán como australianos", agregó.
El mandatario se unió el domingo a las conmemoraciones en la playa de Bondi, donde un hidroavión sobrevoló la zona con un mensaje de amor para la comunidad judía.
Muchas personas ya conmemoraron el atentado con actos de recuerdo.
Cientos de bañistas y surfistas se adentraron en las aguas de la playa de Bondi el viernes para formar un gran círculo.
"Masacraron a víctimas inocentes, y hoy voy a nadar allí y a formar parte de mi comunidad de nuevo para traer de vuelta la luz", declaró a AFP el consultor de seguridad Jason Carr.
El sábado, socorristas surfistas se alinearon en la orilla de la playa y guardaron tres minutos de silencio, algunos llorando o abrazándose.
- Luchar contra el odio -
El ataque suscitó una reflexión nacional sobre el antisemitismo, indignación por la incapacidad de proteger a los judíos australianos y promesas de endurecer las leyes y las sanciones contra el odio, los extremistas y la posesión de armas.
Albanese ordenó el domingo una revisión de los servicios de policía e inteligencia, para determinar si tienen las condiciones adecuadas "para mantener seguros a los australianos" tras el ataque de Bondi Beach.
Junto con la matanza, surgieron historias de valentía y altruismo: bañistas desarmados que se enfrentaron a los agresores fuertemente armados, protegiendo a familiares, amigos y desconocidos, o desafiando las balas para atender a los heridos.
El comerciante Ahmed al Ahmed, padre de dos hijos que se mudó a Australia desde Siria hace casi una década, fue elogiado después de que un video compartido en línea lo mostrara agachándose entre los autos antes de arrebatarle el arma a uno de los atacantes.
Recibió varios disparos en el hombro.
El gobierno australiano anunció una serie de medidas enérgicas contra la posesión de armas y el discurso de odio, prometiendo leyes federales más estrictas y sanciones más severas.
Muchos judíos australianos han criticado a las autoridades por no haber hecho más para protegerlos antes del ataque.
"¿Nos sentimos seguros? La respuesta es 'no realmente', para ser sinceros", declaró el rabino Yossi Friedman a AFP en un memorial floral en honor a las víctimas.
Las familias han celebrado funerales por sus seres queridos. Uno de los más conmovedores fue el de Matilda, de 10 años, la más joven de las víctimas mortales, a quien se describió en el funeral como "nuestro pequeño rayo de sol".
C.Colin--JdCdC