

Marc Márquez, de los quirófanos a una segunda juventud
Desde el inicio de la temporada, Marc Márquez está siendo muy superior en la MotoGP y parece, salvo debacle, que obtendrá un séptimo título mundial en la categoría reina, después de unos últimos años marcados por accidentes y pasos por quirófano.
De conseguirlo, el piloto español de 32 años alcanzaría al mítico Valentino Rossi.
El fin de semana, en la República Checa, el catalán protagonizó una nueva exhibición con su Ducati, llevándose la victoria el sábado en la carrera esprint y el domingo en el Gran Premio.
Fue su quinto Gran Premio seguido subiendo a lo más alto del cajón y el octavo ganado esta temporada. En las carreras esprint la cuenta impresiona, con once victorias en doce fines de semana de competición.
En la general del Mundial nadie le hace sombra y su principal perseguidor, ya relegado a 120 puntos, es su hermano pequeño Álex.
Con diez carreras por disputarse, ¿quién puede evitar que Marc Márquez reconquiste un título mundial que se le resiste desde 2019, antes de la pandemia?.
"Vivo uno de los mejores momentos de mi carrera. Me siento como en 2014", afirmó el domingo, recordando una temporada en la que ganó los diez primeros Grandes Premios del año corriendo para Honda.
- Años de pesadilla -
Su carrera meteórica, desde el primer título mundial de MotoGP en 2013, tuvo un frenazo brutal a principios de 2020, con una terrible caída en el circuito de Jerez, en su país.
Se cayó entonces en la primera carrera de la temporada, fracturándose un húmero, lo que le terminó obligando a renunciar al resto de la temporada y a las dos primeras citas del año siguiente.
Pero volver a competir no fue sinónimo de recuperar su mejor forma.
Con 22 caídas en 14 carreras, Marc Márquez prefirió renunciar a los dos últimos Grandes Premios de ese curso para empezar cuanto antes su rehabilitación.
En 2022, las cosas no mejoraron y tuvo que someterse a una cuarta operación en su húmero, que había pivotado 30 grados.
Anclado en sus seis títulos mundiales, para muchos era entonces un piloto con más pasado que futuro, pero se olvidaban de su obstinación y de su espíritu competitivo.
Abandonó Honda, la marca de todos sus títulos, y en 2024 se unió a Ducati a través de la escudería cliente Gresini.
"A finales de 2023 me hice una apuesta conmigo mismo. Decidí ir a por la mejor moto que había. Ahora estoy más tranquilo, soy más maduro", señaló el domingo Márquez.
Ahora compite con una Ducati de la escudería principal y dispone de una moto equipada con las innovaciones más recientes.
Pero no solo es una cuestión de las virtudes de su máquina. Su rendimiento es mucho más brillante que el de su compañero Francesco Bagnaia, doble campeón mundial (2022 y 2023) pero que solo ha ganado una vez desde el inicio de este año y está ya a 168 puntos de Márquez.
"He cambiado mi forma de pilotar", reconoció el campeón español en su conferencia de prensa post-victoria en el circuito checo de Brno.
"No puedo pilotar ya de manera más agresiva vuelta a vuelta. Eso me obliga a adaptarme a mi condición física, aunque sea buena. Me siento muy bien en la moto", apuntó.
- ¿Campeón en casa de Rossi? -
La agresividad caracterizaba precisamente a Márquez en los inicios de su carrera.
El italiano Valentino Rossi, que ostenta el récord de títulos en la máxima categoría con 7 entre 2001 y 2009, padeció en el asfalto aquella fuerza del primer Márquez, todo un huracán.
Los pulsos en carrera del veterano Rossi y el entonces jovencísimo Márquez son parte de la historia de este deporte. Enemigos en la pista, lo fueron también fuera de ella y la hostilidad continúa hoy en día, aunque 'Vale' se retirara de las competiciones de motociclismo en 2021.
Rossi tiene hoy 46 años y sus 'herederos' italianos de la academia "VR46" (su número de carrera) están siendo ridiculizados este año por Márquez, empezando por Bagnaia.
El destino puede ser además caprichoso: Márquez podría ser matemáticamente campeón a mediados de septiembre en el Gran Premio de San Marino en Misano (Italia), cerca de Tavullia, la pequeña ciudad de Rossi.
Preguntado por ello el domingo, Márquez guardó silencio pero no pudo evitar una sonrisa maliciosa.
R.Roussel--JdCdC