Miedo entre personas LGTB+ en Turquía ante un proyecto de ley considerado represivo
"Si esta ley se aprueba amenazará nuestra existencia", explica Florence, que teme que las autoridades preparen un nuevo golpe contra el colectivo LGTB de Turquía, mientras se prepara para salir al escenario en un club de Estambul.
Un proyecto de enmienda al código penal, propuesto por el gobierno islamo-conservador turco, permitiría perseguir a las personas homosexuales, bisexuales y transgénero por comportamientos considerados "contrarios al sexo biológico y a la moral general", así como por su "promoción".
Con un vestido negro y peluca rubia, "Florence Konstantina Delight" —su nombre artístico— , de 27 años, dibuja un pequeño bigote azul sobre su maquillaje blanco, riza cuidadosamente sus largas pestañas, se da un toque de perfume en el cuello y comienza su larga noche.
"Esta noche es Halloween, el día más seguro del año para les artistas drag", se consuela Florence, que pidió ser identificade con el pronombre neutro "elle".
De un bar a otro, su noche empieza con una sesión como DJ, antes de una actuación como drag queen.
"Empecé a vestirme de mujer hace ocho años, durante mis estudios. Es una manera de expresar mis sentimientos. Pero dejé la universidad, el campus estaba lleno de policías y no me gustan los uniformes", recuerda, riendo en medio de los vestidos y pelucas que inundan su habitación.
Hoy los uniformes le dan aún más miedo. "Esta ley amenaza nuestra existencia como personas LGTB+. Están jugando con nuestras vidas. Esto llevará a algunos al suicidio", afirma.
El texto, que debería ser presentado al Parlamento antes de fin de año, también prevé aumentar de 18 a 25 años la edad mínima para cualquier cirugía de transición y restringir el acceso a cuidados médicos en ese marco.
- "Ideología desviada" -
El colectivo LGTB+ suele figurar en el punto de mira del presidente Recep Tayyip Erdogan, que lo responsabiliza del declive demográfico del país.
Para él, los comportamientos LGTB+ "importados del extranjero" son "perversiones", una "ideología desviada" y una "plaga" que amenaza la familia y los valores turcos.
La homosexualidad no está prohibida en Turquía. Fue despenalizada en 1858, durante el Imperio otomano. Pero sigue sometida al estigma social, y desde la llegada al poder del partido AKP en 2002 los discursos anti-LGTB se intensifican.
Desde 2015, la marcha del Orgullo es regularmente prohibida y reprimida.
A finales de octubre, varias asociaciones intentaron movilizarse contra el proyecto de ley, que "viola la dignidad humana", según la organización Human Rights Watch (HRW).
Pero las manifestaciones fueron prohibidas, especialmente en Estambul.
"Esta ley prevé de uno a tres años de prisión por motivos vagos. Pueden condenarte por tu apariencia o simplemente por ser LGTB+", denuncia Irem Gerkus, activista de derechos humanos, durante una reunión en la Asociación de Derechos Humanos para denunciar la ley.
Ogulcan Yediveren, joven director de la oenegé SPOD, que ofrece apoyo médico y psicológico a personas LGTB+, ve en ese proyecto un intento de "restringir su presencia en el espacio público".
"El Ministerio de la Familia fija objetivos que apuntan directamente contra las personas LGTB+ y dispone de un presupuesto reforzado. Ya no es solo el discurso de odio de los políticos, es una verdadera política de Estado", denuncia.
En Estambul, ciudad considerada liberal, cada vez hay menos espacios de encuentro para el colectivo LGTB+. Varios bares y clubes nocturnos cerraron en los últimos meses tras redadas policiales en plena noche.
Entre dos discotecas, Florence se apresura por las callejuelas del barrio de Taksim, evitando las miradas, escoltade por dos amigos, camino a su próximo espectáculo con peluca y vestido de lamé.
Quizás uno de los últimos para Florence, que se está planteando irse de Turquía: "Lo pensé varias veces, pero siempre cambiaba de opinión. Esta vez quiero irme para siempre. Me siento cada vez más sole. Muchos de mis amigos ya se fueron".
B.Blanc--JdCdC