

Los indígenas estadounidenses, cada vez más seducidos por Donald Trump
La navajo Nita Mexican, ferviente republicana, estaba acostumbrada a ser minoría política en su comunidad dado que, tradicionalmente, los indígenas estadounidenses apoyaban a la izquierda. Pero con Donald Trump, las cosas han cambiado.
"Muchos jóvenes lo respaldan ahora, incluidos los amigos de nuestros nietos", confiesa a la AFP en Tuba City, una pequeña ciudad de Arizona enclavada en las mesetas desérticas de la Nación Navajo.
En los últimos años, esta jubilada de 77 años ha notado que algunos vecinos comparten su visión sobre los inmigrantes latinoamericanos, a quienes culpa de la falta de empleo y la llegada de las drogas a este empobrecido rincón del oeste estadounidense.
"Trump está limpiando a Estados Unidos, eso es bueno", sostiene Mexican, exempleada de una central eléctrica, que defiende las promesas de deportaciones masivas con las que el republicano llegó a la Casa Blanca.
"Estados Unidos tiene que ser lo primero", afirma. "Nosotros, los indígenas, somos estadounidenses y deberíamos tener los trabajos primero".
En esta aislada ciudad, donde es imprescindible tener un automóvil, el alza de los precios de la gasolina es una preocupación constante.
Mexican y su esposo gastan unos 40 dólares al día para cuidar de sus ovejas, que están en un corral a unos 40 kilómetros de distancia.
La pareja además apoya económicamente a algunos de sus nietos desempleados.
"A veces no tenemos dinero suficiente para comprar comida para los dos", se queja Mexican, y añade que le gustaría que Trump "redujera" los aranceles que afectan a múltiples productos importados.
- Avances sorprendentes -
La Nación Navajo, que se extiende por Arizona, Nuevo México y Utah, es la reserva indígena más grande de Estados Unidos.
En este bastión demócrata desde la década de 1980, Trump logró avances sorprendentes en las elecciones presidenciales del año pasado.
El multimillonario republicano ganó por 17,1 puntos en el condado de Navajo, duplicando su margen de victoria de cuatro años antes, y aunque perdió por 18,9 puntos en el condado de Apache, redujo notablemente la brecha frente a los 33,6 de 2020.
Desde Carolina del Norte hasta Montana, esta dinámica se confirmó en todo el país: los indígenas votaron en general por la candidata demócrata Kamala Harris, pero con mucho menos entusiasmo que antes.
En este electorado, más hombres que mujeres votaron por Trump, según los sondeos.
Como Gilberta Cortés y su hijo de 21 años.
"Discutimos todo el tiempo, porque él votó por Trump. Habla de inflación, dice que los cárteles lo están arruinando todo para los amerindios", cuenta esta mujer de 42 años que vive en una casa sin electricidad.
Cortés se siente despreciada por Trump. Le molesta que el mandatario satirice a la senadora demócrata Elizabeth Warren, a quien apoda "Pocahontas", por afirmar que tiene raíces indígenas.
- "Clientelismo" -
A Cortés tampoco le convencieron las leyes promulgadas por Trump durante su primer mandato (2017-2021) para abordar la desaparición de miles de mujeres indígenas.
"No fue más que clientelismo para conseguir nuestros votos", dice esta votante de izquierda, a quien le preocupa la ofensiva anti-inmigración del presidente.
Varios navajos han sido arrestados en los últimos meses por la policía de inmigración debido al color de su piel, según algunos líderes de la reserva.
"Vemos mucho racismo", comenta Cortés. "Cuando salgo, ando con mucha cautela".
A ella, que le prohíbe a sus hijos jugar al aire libre durante el verano debido a las olas de calor, cada vez más extremas en la región, también le preocupa el escepticismo de Trump sobre el cambio climático.
"Si perfora a lo loco en busca de petróleo y recorta los presupuestos de las agencias ambientales, a la larga empeorará las cosas", asegura.
Otro miembro de la Nación Navajo, Elbert Yazzie, cree que algunos de sus amigos pronto se arrepentirán de haber apoyado a Trump, porque su más reciente ley prevé una reducción drástica de las ayudas sociales.
"Votaron por él porque pensaron que habría más empleos para nosotros los estadounidenses. Pero en lugar de eso, está recortando la asistencia alimentaria", dice en su caravana este hombre, que a sus 54 años está desempleado.
"Eso va a afectar a mucha gente aquí".
M.Morin--JdCdC