Journal du Club des Cordeliers - Sudaneses se lanzan a reconstruir su capital devastada por la guerra

Sudaneses se lanzan a reconstruir su capital devastada por la guerra
Sudaneses se lanzan a reconstruir su capital devastada por la guerra / Foto: Ebrahim Hamid - AFP/Archivos

Sudaneses se lanzan a reconstruir su capital devastada por la guerra

En las calles de Jartum, la capital de Sudán, obreros retiran los escombros de las casas destrozadas por las balas, levantan árboles caídos y reparan el tendido eléctrico, en el primer esfuerzo de reconstrucción desde que comenzó la guerra hace más de dos años.

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Los combates entre el ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que estallaron en abril de 2023, han dejado la ciudad en ruinas y desolada.

Pero la campaña de reconstrucción, liderada por organismos gubernamentales y grupos de jóvenes voluntarios, ha comenzado por fin a reparar hospitales, escuelas y redes de servicios públicos.

"Estamos trabajando para restaurar las infraestructuras del Estado", afirma el voluntario Mostafa Awad.

El horizonte de Jartum, que en su día fue una próspera metrópolis de nueve millones de habitantes, es ahora una silueta irregular de edificios colapsados.

Los postes eléctricos yacen inclinados y hoyos profundos dominan las calles. Los autos, desguazados, están abandonados y calcinados, con los neumáticos fundidos en el asfalto.

Corresponsales de AFP vieron bloques residenciales enteros con las paredes destrozadas por los combates.

El peligro sigue presente en los edificios manchados de hollín, mientras las autoridades trabajan lentamente para retirar las decenas de miles de bombas sin detonar que dejaron los combatientes.

La ONU advierte que Jartum está "fuertemente contaminada por munición sin explotar" y este mes informó que se han descubierto minas terrestres en toda la capital.

La guerra de Sudán ha causado decenas de miles de muertos, ha desplazado a 13 millones de personas y ha sumido al país en la peor crisis de hambre y desplazamiento del mundo.

- Saquearon todo -

Hasta que el ejército expulsó a las FAR de Jartum en marzo, la capital, donde solo los combates desplazaron a cuatro millones de personas, era un campo de batalla.

Antes de marcharse, los combatientes paramilitares desmantelaron las infraestructuras y saquearon todo, desde equipos médicos y bombas de agua hasta cables de cobre.

"Normalmente, en una zona de guerra se ve una destrucción masiva... pero casi nunca se ve lo que ha ocurrido en Jartum", considera Luca Renda, coordinador residente y humanitario de la ONU.

"Se han llevado todos los cables de las casas, todas las tuberías fueron destruidas", explica a AFP.

Hoy en día, precisamente los sistemas de energía y agua siguen siendo uno de los mayores retos de la ciudad.

El jefe del departamento de electricidad del este de Jartum, Mohamed al Bashir, habla de "daños masivos" en las principales estaciones transformadoras de la capital sudanesa.

"Algunas centrales eléctricas quedaron completamente destruidas", dice.

Vastas zonas de Jartum siguen sin electricidad y, al no haber un suministro de agua fiable, este verano se produjo un brote de cólera. Según la ONU, se registraron hasta 1.500 nuevos casos al día en junio.

- "Llevará años" -

En su primera visita a Jartum el mes pasado, el primer ministro sudanés, Kamil Idris, prometió un esfuerzo de recuperación a gran escala.

"Volverá a ser una orgullosa capital nacional", afirmó.

De hecho, a pesar de que la guerra sigue causando estragos en otras partes del país, el gobierno ha comenzado a planificar su regreso desde Port Sudan, la capital provisional.

El martes anunció que el centro de Jartum, el devastado distrito comercial y gubernamental donde se libraron algunas de las batallas más encarnizadas, sería evacuado y rediseñado.

La ONU estima que la rehabilitación de las instalaciones esenciales de la capital costará alrededor de 350 millones de dólares.

La reconstrucción total de Jartum "llevará años y varios miles de millones de dólares", según Renda.

Cientos de personas ya se han arremangado para iniciar los largos y arduos trabajos, pero siguen existiendo obstáculos.

"Nos enfrentamos a retos como la falta de materias primas, especialmente herramientas de infraestructura, (suministros de) saneamiento y hierro", dice Mohamed El Ser, un trabajador de la construcción.

"Aun así, el mercado está empezando a recuperarse relativamente", asegura.

La ONU prevé que hasta dos millones de personas regresen a Jartum antes de fin de año.

Los que ya han vuelto, estimados en decenas de miles, dicen que la vida sigue siendo difícil, pero que hay motivos para la esperanza.

"Sinceramente, hay una mejora en las condiciones de vida", cuenta Ali Mohamed, que regresó recientemente. "Ahora hay más estabilidad y están empezando a restablecerse los servicios básicos".

G.Garnier--JdCdC