

Trump rebautiza el Pentágono como "Departamento de Guerra" para lanzar un mensaje de fuerza
El presidente Donald Trump firmó el viernes un decreto destinado a rebautizar el Departamento de Defensa de Estados Unidos como Departamento de Guerra, y añadió que con ello quería enviar un "mensaje de victoria" y "de fuerza" al resto del mundo.
"Es un nombre mucho más apropiado a la vista de cómo está el mundo ahora mismo", dijo Trump a los periodistas en el Despacho Oval, flanqueado por el nuevo "secretario de Guerra", Pete Hegseth.
"Tras ganar una guerra de independencia en 1789, George Washington creó el Departamento de Guerra", recordó Hegseth.
"Y este país ganó todas las grandes guerras después de eso, incluidas la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial", añadió.
El cambio de Departamento de Guerra a Defensa ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial, en 1947, y "como usted señaló, señor Presidente, no hemos ganado una guerra importante desde entonces, y con eso no quiero menospreciar a nuestros combatientes", dijo.
El ahora Departamento de Guerra, cuya sede es el edificio en las afueras de Washington conocido como el Pentágono, tiene más de tres millones de empleados militares y civiles.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses son las más potentes del mundo, aunque bajo la creciente competencia de China.
Trump aseguró que mandará ese cambio de nombre al Congreso, quien en principio tiene la última palabra al respecto, aunque no aclaró si la orden necesitaría de algún tipo de votación.
"Ya veremos, pero no estoy seguro de que necesiten hacerlo", comentó el mandatario republicano.
Formalmente, por el momento se trata de una denominación "suplementaria", según un documento distribuido ya el jueves por la Casa Blanca.
Un alto responsable del ministerio indicó que el costo de esta operación, potencialmente muy costosa, se volvería "más claro" a medida que se fuera implementando.
Poco después de la firma del decreto presidencial, las letras "Department of Defense" fueron retiradas de inmediato de una pared en el Pentágono, ante las cámaras de televisión.
- "Demasiado defensivo" -
No es la primera vez que el republicano de 79 años impone sus ideas sin pasar por la vía legislativa. Su segundo mandato está marcado por una voluntad asumida de ampliar el poder presidencial, a golpe de decretos y decisiones que invaden las prerrogativas del Congreso.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha movilizado al ejército para imponer una imagen de poder espectacular y satisfacer su apetito por los fastos militares.
Organizó un raro desfile el día de su cumpleaños, desplegó a la Guardia Nacional en ciudades gobernadas por sus opositores y ordenó un ataque excepcional contra una lancha que había partido de las costas venezolanas, supuestamente con drogas a bordo.
Ese ataque provocó la muerte de once personas y un aumento de la tensión entre Washington y Caracas.
El dirigente republicano ha remodelado en su segundo mandato el Estado Mayor estadounidense para rodearse de altos mandos elegidos por él mismo, y ha nombrado, en la persona de Hegseth, a un ministro de lealtad incuestionable.
El jefe del Pentágono, adepto de un discurso virilista y de operaciones de comunicación musculosas, dijo el viernes que el objetivo del ejército estadounidense era alcanzar "una letalidad máxima, no una letalidad tibia". Se trata, dijo, de plantar cara a lo "políticamente correcto".
M.Muller--JdCdC