Qué se sabe del pulso entre EEUU y Venezuela
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó un fuerte despliegue militar en América Latina para combatir el narcotráfico, pero su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, teme que esté dirigido a un cambio de régimen en Caracas.
El despliegue estadounidense y los ataques contra supuestos traficantes de drogas en el Caribe y el Pacífico han alimentado los temores de un conflicto militar más amplio.
Además, han provocado enfrentamientos verbales entre Trump y algunos líderes de la región.
A continuación, la AFP examina las fuerzas militares disponibles de Washington y Caracas, el balance de los ataques que Estados Unidos ha realizado y las consecuencias diplomáticas de estas tensiones.
- Fuerzas militares -
Estados Unidos ha desplegado en el Caribe ocho buques de la Armada, entre ellos tres destructores, un crucero, un buque de combate litoral y tres buques de asalto anfibio acompañados por un contingente de infantes de marina. También dispuso 10 aviones de combate furtivos F-35 en Puerto Rico.
Trump, además, ordenó el envío del portaaviones USS Gerald R. Ford, una medida que aumentará enormemente el poderío militar estadounidense en la región.
Washington envió al menos un bombardero B1-B frente a la costa de Venezuela el jueves, después de hacer una demostración de fuerza la semana pasada con bombarderos B-52 que sobrevolaron cerca del país durante varias horas.
Venezuela se vería enormemente superada en capacidad militar en caso de conflicto con Estados Unidos.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos estima que las fuerzas armadas de Venezuela cuentan con 123.000 efectivos, además de 220.000 miembros de milicias voluntarias conformadas por simpatizantes de Maduro, aunque algunos expertos creen que esas cifras son mucho menores.
Maduro, quien a comienzos de esta semana afirmó que Venezuela posee 5.000 misiles tierra-aire rusos para contrarrestar a las fuerzas estadounidenses, ordenó ejercicios militares a nivel nacional y desplegó soldados en sus fronteras ante el aumento de las tensiones.
Miles de venezolanos también se han unido a una milicia civil en respuesta al llamado de Maduro para reforzar la defensa del país, que atraviesa dificultades económicas. Muchos han participado en entrenamientos con armas realizados en cuarteles militares y en vecindarios.
- Ataques contra embarcaciones -
Por orden de Trump, las fuerzas estadounidenses comenzaron a realizar en septiembre ataques contra embarcaciones sospechosas de contrabando de drogas, una campaña que hasta ahora ha resultado en la destrucción de al menos 10 embarcaciones: nueve botes y un semisumergible.
Los ataques dejan al menos 43 muertes, según un recuento de la AFP basado en cifras estadounidenses, pero Washington aún no ha presentado pruebas de que los objetivos estuvieran traficando narcóticos.
Expertos afirman que las ejecuciones sumarias son ilegales, incluso si se dirigen contra traficantes confirmados.
El Pentágono informó al Congreso que Estados Unidos está en "conflicto armado" con los carteles de droga latinoamericanos, los designó como grupos terroristas y se refirió a los presuntos contrabandistas como "combatientes ilegales".
- Enfrentamientos verbales -
Estados Unidos acusa a Maduro de liderar un cartel de drogas y ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Trump también dijo que autorizó acciones encubiertas contra la nación caribeña.
Entre tanto, Maduro ha pedido evitar un conflicto diciendo: "No crazy war, please (sic)", mientras que su ministro de Defensa prometió que el país lucharía contra la instalación de un gobierno "arrodillado" a Estados Unidos.
Otros países de la región también han intervenido verbalmente.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, un crítico de los ataques estadounidenses en el Caribe y el Pacífico, se ha enfrentado en una guerra de palabras con Trump.
Este viernes, Washington sancionó a Petro y dijo que el líder colombiano "permitió que los carteles de droga prosperaran" en la nación cafetera.
Petro se mostró desafiante y respondió en redes sociales: "Ni un paso atrás y jamás de rodillas".
Mientras que el asesor especial del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, Celso Amorim, dijo en entrevista con AFP que su país no puede "aceptar una intervención extranjera" en Venezuela.
J.Dupont--JdCdC