Un saudita juzgado por un ataque en mercado navideño de Alemania
Un saudita islamófobo reconoció el lunes haber embestido a una multitud en un mercado navideño de Magdeburgo, en Alemania en 2024, alegando confusas consideraciones políticas y religiosas, en el inicio del juicio por este ataque que dejó seis muertos y más de 300 heridos.
"Yo soy quien condujo el auto", afirmó Taleb Jawad al-Abdulmohsen, un médico de 51 años acusado de los asesinatos, el 20 de diciembre de 2024, de un niño de nueve años y cinco mujeres de entre 45 y 75 años, y de 338 intentos de asesinato.
Según la acusación, se enfrenta a una pena de cadena perpetua.
Durante más de cuatro meses, la justicia alemana buscará esclarecer los motivos del acusado, un refugiado que mostraba en redes sociales su simpatía por el partido de extrema derecha alemán Alternativa para Alemania (AfD) y su hostilidad hacia el islam y el gobierno alemán.
Abdulmohsen sonrió al comenzar el juicio, mientras se sentó en un cubículo a prueba de balas.
El gran número de víctimas y testigos llevó a las autoridades a construir una sala temporal como sala de audiencias, ya que ningún tribunal en el estado de Sajonia-Anhalt, donde se encuentra Magdeburgo, en el este de Alemania, podía acoger el juicio.
Tras escuchar sin emoción aparente la lectura de la acusación, Abdulmohsen se lanzó en un discurso incoherente sobre los políticos, la violencia contra las mujeres en su aldea saudita, los resentimientos religiosos, y continuó con críticas contra la policía y la prensa, mientras se sonaba la nariz y sollozaba.
El perfil atípico del sospechoso copó la atención tras el ataque, que además de reavivar la cuestión migratoria a dos meses de unas elecciones generales, cuestionó las fallas de seguridad durante el evento.
Abdulmohsen llegó a Alemania en 2006 y obtuvo el estatuto de refugiado diez años después. Trabajaba como psiquiatra desde 2020 pese a las dudas que existían sobre sus competencias.
"Quiero que lo condenen y que no vuelva a salir nunca más de la cárcel", declaró a AFP Kerstin Schulenburg, de 54 años, que estaba comiendo gofres con su sobrino de cuatro años en el mercado la tarde del 20 de diciembre, diez minutos antes del ataque.
La tragedia de Magdeburgo incrementó la presión sobre el entonces jefe de gobierno, el socialdemócrata Olaf Scholz, en plena campaña electoral.
El partido de extrema derecha AfD organizó una concentración en la ciudad tres días después, antes de obtener un histórico segundo lugar en las elecciones de febrero.
G.Garnier--JdCdC